Para que vivas en primera fila eso que dice la canción de la Santanera: "la arena estaba de bote en bote, la gente loca de la emoción, en el ring luchaban los cuatro rudos idolos de la afición". Es una experiencia que se tiene que vivir en persona: comprar la mascarita, que te caiga encima un luchador (desde la tercera cuerda), escuchar los golpes secos, beber cerveza y gritar vituperios es invaluable. Todo se vale, es catártico.
Además, el espíritu de las luchas maneja va in crescendo: el plato fuerte se reserva para el final con deliciosos entreméses de por medio y las venganzas (como en las películas) se sirven frías.
Todo este desborde de adrenalina podrás encontrarlo con nosotros, olvidate de los estacionamientos y los líos de encontrar lugar, nosotros te llevamos y te regresamos, se parte de este espectáculo de tradición mexicana
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